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| El camino al ÉXITO se inicia en la propia actitud |
Una actitud muy frecuente es la reflejada por el termino anglosajón “WISHFUL THINKING”, equivalente a voluntario, creyendo que se pueden hacer muchas cosas sin un objetivo definido ni una valoración sería de los medios y esfuerzos necesarios, y con poco más que buena voluntad, que, no significa voluntad firme.
Existen actitudes pasivas, que esperan que todo se arregle o salgan bien por intervención directa del azar, de la Providencia o de alguna combinación de factores en los que no se cree, o no se quiere, poder influir.
Por último, hay quien gusta de mantener muchas opciones abiertas, de no tomar decisiones claras, deseando cubrir el mayor número de alternativas posibles, dispersando así sus energías y su voluntad.
De acuerdo con el diccionario, se puede definir la confianza en el éxito como la esperanza firme que se tiene en alcanzar dicho éxito. La palabra esperanza ya nos habla de una virtud, o sea, de una capacidad o disposición positiva, motivada y orientada hacia un bien; el adjetivo firme refleja una cualidad vinculada a la reflexión y a la decisión razonada y sostenida.
“La confianza en el éxito se debe basar en la importancia y trascendencia de la misión de la empresa o institución”.
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